MI HISTORIA CON DIOS

            Michelle Paola Cataño Martínez. 

  octavo semestre. 

  Universidad Sergio Arboleda. 

           

Mi historia con la deidad.

Desde que tengo memoria, creído en la existencia de un ser superior, Dios. Mi familia me enseñó los principios básicos del catolicismo y me llevó a misa con frecuencia. Sin embargo, no fue hasta que enfrenté una crisis personal que mi fe se convirtió en una fuente de consuelo y fortaleza.

Recuerdo que estaba pasando por un momento difícil en mi vida, llena de incertidumbre y miedo. Me sentí sola y sin rumbo. Fue entonces cuando comencé a buscar respuestas en la oración. Me refugié en la iglesia y en las enseñanzas de Jesús. Comencé a leer la Biblia ya reflexionar sobre las palabras de Dios.

Ahí fue donde descubrí que en momentos de oscuridad y desesperación fue que encontró la respuesta, dada por Dios. Cuando me sentí quizás con ansiedad o desesperada, sentí una presencia que me envolvía y me sostenía. Fue como si Dios me estuviera susurrando al oído: "No te rindas, no estás sola".

A medida que profundizaba en mi fe, comencé a sentir una conexión más profunda con Dios. Me sentí escuchada y amada. Sentí como cada una de esas situaciones difíciles con las que cargaba, empezaban a disminuir. Comencé a entender que Dios no era solo un ser lejano, sino un Padre amoroso que se preocupaba por mí. Mi fe se convirtió en una fuente de esperanza y fortaleza.

Ahora, también podría decir que cuando enfrento desafíos y dificultades, recuerdo esa presencia que me sostenía en momentos de oscuridad. Me recuerdo que no estoy sola y que Dios está siempre conmigo, guiándome y protegiéndome. Mi historia con la deidad es un testimonio de la fe y la esperanza que me ha llevado a encontrar la paz y la tranquilidad en medio de la tormenta.

A través de mi fe, he aprendido varias cosas, como a confiar en Dios ya dejar que el guía mi vida. He aprendido a perdonar porque solía vivir con bastante resentimiento en mi corazón ya amar a los demás como Dios me ama a mí. Mi relación con Dios ha sido un viaje de crecimiento y transformación. Me ha enseñado a ser más paciente, compasiva y humilde.

A través de mi fe, también él a aprendido a enfrentar los desafíos de la vida con valentía y esperanza. He aprendido a encontrar la paz en medio de la tormenta ya confiar en que Dios tiene un plan que ya está destinado para mi vida.

En momentos de duda y temor, recuerda las palabras de Jesús: "No teman, porque yo estoy con ustedes siempre". Me recuerdo que no estoy sola y que Dios está siempre conmigo, guiándome y protegiéndome, que por muy oscuro que se haga el camino siempre va a amanecer y todo mejorará.

En conclusión, mi historia con la deidad ha sido un viaje de descubrimiento y crecimiento. Me ha enseñado a confiar en Dios ya dejar que Él guía mi vida. Me ha demostrado que la fe no es solo una creencia, sino una relación personal con un Dios amoroso y misericordioso, que siempre ha estado ahí para mí, aún si por leoneros me alejo de sus caminos.